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sábado, 17 de octubre de 2009

¿QUE ES LA "SALVACIÓN"?¿DE QUE NECESITAMOS SALVARNOS?


...Adán pagó muy cara la desobediencia a Dios, pues fue condenado a muerte. Aquel pecado le costó la vida humana perfecta con todos sus beneficios (Génesis 3:17-19). Por desgracia, Adán no solo la perdió para él, sino también para sus futuros descendientes. La Palabra de Dios dice: “Por medio de un solo hombre [es decir, Adán] el pecado entró en el mundo, y la muerte mediante el pecado, y así la muerte se extendió a todos los hombres porque todos habían pecado” (Romanos 5:12). En efecto, todos nosotros hemos heredado de Adán el pecado. Por eso, la Biblia explica que Adán nos ha “vendido” junto con él, haciéndonos esclavos del pecado y la muerte (Romanos 7:14). Para Adán y Eva no existía ninguna esperanza, pues ellos habían desobedecido a Dios por voluntad propia. Sin embargo, ¿qué sucedería con sus descendientes, entre ellos nosotros?

7 Jehová decidió salvar a la humanidad mediante el rescate. ¿En qué consiste un rescate? Básicamente, en dos cosas. En primer lugar, es el precio que se paga para recuperar una cosa o liberar a una persona, como un rehén, por ejemplo. En segundo lugar, en la Biblia, un rescate es el precio que cubre, o paga, el costo de algo, como los daños sufridos por una persona. Por ejemplo, si alguien provocaba un accidente, tenía que pagar la cantidad justa que correspondía al valor de los daños producidos.

8 Tal como hemos visto, Adán nos causó a todos nosotros una enorme pérdida. ¿Cómo sería posible cubrir el costo de tal pérdida y liberarnos de la esclavitud del pecado y la muerte? Veamos el rescate que proporcionó Jehová y de qué manera puede beneficiarle a usted.

¿CÓMO PROPORCIONÓ JEHOVÁ EL RESCATE?

9 Lo que se perdió fue una vida humana perfecta. Por eso, para recuperarla no bastaba con ofrecer la vida de ningún ser humano imperfecto (Salmo 49:7, 8). Se necesitaba un rescate que tuviera un valor equivalente a lo que se había perdido. Así lo señalaba el principio de justicia perfecta que se expone en la Palabra de Dios. De acuerdo con ese principio, había que entregar “alma […] por alma” (Deuteronomio 19:21). Por lo tanto, ¿qué podría cubrir o pagar el valor del alma, o vida, humana perfecta que Adán perdió? El “rescate correspondiente” que se necesitaba era otra vida humana perfecta (1 Timoteo 2:6).
Jesús dando su vida como rescate

Jehová dio a su Hijo unigénito como rescate por nosotros

10 ¿Cómo proporcionó Jehová el rescate? Envió a la Tierra a un ser perfecto, uno de sus hijos espirituales. Pero no envió a cualquiera de ellos, sino al que más amaba: su Hijo unigénito (1 Juan 4:9, 10). Este dejó de buena gana su hogar celestial (Filipenses 2:7). Como vimos en el capítulo anterior, Jehová realizó un milagro al hacer que la vida de su Hijo pasara a la matriz de María. Gracias al espíritu santo de Dios, Jesús nació como ser humano perfecto, libre de la condena del pecado (Lucas 1:35).

11 ¿Cómo es posible que un solo hombre fuera el rescate de muchos, sí, de millones de seres humanos? Pues bien, ¿cómo llegaron todos ellos a ser pecadores? Recuerde que Adán pecó y de este modo perdió una posesión muy valiosa: la vida humana perfecta, una posesión que ya no pudo pasar a sus descendientes. Lo único que pudo transmitirles fue el pecado y la muerte. Jesús, a quien la Biblia llama “el último Adán”, tenía una vida humana perfecta y nunca pecó (1 Corintios 15:45). En cierto modo, Jesús tomó el lugar de Adán para salvarnos. Obedeció a la perfección a su Padre y sacrificó, o entregó, su vida perfecta. Así pagó el precio necesario para cubrir el pecado de Adán y nos dio una esperanza a sus descendientes (Romanos 5:19; 1 Corintios 15:21, 22).

http://www.jw.org/es/publicaciones/libros/Ense%C3%B1a/el-rescate-el-mayor-regalo-de-dios/

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http://wol.jw.org/es/wol/d/r4/lp-s/2001841?q=jesus+salva+pecado+ad%C3%A1n&p=par





¿Existe esperanza de salvación?


Se ha dicho que el siglo 20 fue uno de los más sangrientos que ha conocido la humanidad. Durante las últimas décadas han proliferado de manera notable el delito, las guerras, los conflictos étnicos, el consumo de drogas, la falta de honradez y la violencia. Añádase a esto el dolor y sufrimiento que han producido las enfermedades, la vejez y la muerte. ¿Quién no anhela liberación de los grandes problemas que aquejan al mundo hoy? Al mirar al futuro, ¿existe esperanza de salvación?


EXAMINEMOS la visión que el apóstol Juan contempló hace unos dos mil años. Él escribió: “¡Mira! La tienda de Dios está con la humanidad, y él residirá con ellos, y ellos serán sus pueblos. Y Dios mismo estará con ellos. Y limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores han pasado” (Revelación [Apocalipsis] 21:3, 4). El profeta Isaías también predijo: “Él realmente se tragará a la muerte para siempre, y el Señor Soberano Jehová ciertamente limpiará las lágrimas de todo rostro. Y el oprobio de su pueblo quitará de toda la tierra, porque Jehová mismo lo ha hablado” (Isaías 25:8).


Pensemos en lo que significará el cumplimiento de las promesas de Dios. Se rescatará, o liberará, a la humanidad de la opresión, la violencia y las demás causas de sufrimiento y angustia. Incluso la enfermedad, la vejez y la muerte ya no nos atormentarán más. La Palabra de Dios, la Biblia, promete vida eterna en condiciones perfectas en la Tierra, vida que está al alcance de todos los que la deseen (Lucas 23:43; Juan 17:3). “[La] voluntad [de Dios] es que hombres de toda clase se salven y lleguen a un conocimiento exacto de la verdad.” (1 Timoteo 2:3, 4.)


Sin embargo, para beneficiarnos de las promesas divinas, debemos comprender la función que desempeña Jesucristo en nuestra salvación y cifrar fe en él. Jesús mismo afirmó: “Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que ejerce fe en él no sea destruido, sino que tenga vida eterna” (Juan 3:16). Señalando el papel fundamental de Jesucristo en este asunto, el apóstol Pedro dijo: “No hay salvación en ningún otro, porque no hay otro nombre debajo del cielo que se haya dado entre los hombres mediante el cual tengamos que ser salvos” (Hechos 4:12). El apóstol Pablo y su compañero Silas respondieron a la sincera pregunta de una persona con la siguiente exhortación: “Cree en el Señor Jesús y serás salvo, tú y tu casa” (Hechos 16:30, 31).


Sin lugar a dudas, Jesucristo es el “Agente Principal de la vida”, y la salvación solo es posible a través de él (Hechos 3:15). Ahora bien, ¿cómo puede un hombre ser una figura tan prominente en nuestra salvación? Un entendimiento claro de su papel a este respecto fortalecerá nuestra esperanza de salvación.


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Publicado originalmente en La Atalaya de 2001, 15 de Noviembre


http://mx.answers.yahoo.com/question/index?qid=20100430112431AAtB44z


¿Cómo nos salva Jesús?


“¡Jesús salva!” “¡Jesús es nuestro Salvador!” Mensajes como estos aparecen en las paredes de los edificios y lugares públicos de muchos países. Millones de personas creen sinceramente que Jesús es su Salvador. Si se les preguntara: “¿Cómo nos salva Jesús?”, es probable que contestaran: “Jesús murió por nosotros” o “Jesús murió por nuestros pecados”. Es verdad que su muerte hace posible nuestra salvación; pero ¿cómo es posible que la muerte de un hombre pague por los pecados de multitudes? ¿Qué respondería usted si le preguntaran cómo puede salvarnos la muerte de Jesús?


AUNQUE la respuesta bíblica es muy sencilla y clara, está llena de significado. A fin de comprender su importancia, es necesario que primero veamos la vida y muerte de Jesús como la solución a un problema muy difícil. Solo así entenderemos el gran valor de su muerte.


Al proveer a Jesús para que diera su vida, Dios se encargó de la situación que surgió cuando Adán pecó. Aquel hecho fue toda una tragedia. El primer hombre y su esposa, Eva, eran perfectos y habitaban el hermoso jardín de Edén. Dios les encomendó el provechoso trabajo de cuidar de su hogar paradisíaco y de supervisar amorosamente a las demás criaturas vivientes de la Tierra. A medida que los seres humanos fueran multiplicándose y poblando el planeta, extenderían el paraíso hasta los límites de la Tierra (Génesis 1:28). ¡Qué asignación tan deleitable y emocionante recibieron! Además, gozaban de amoroso compañerismo mutuo (Génesis 2:18). No les faltaba nada. Les esperaba una feliz vida sin fin.


¡Cómo pudieron pecar Adán y Eva! Sin embargo, se rebelaron contra su Creador, Jehová Dios. La criatura espiritual Satanás el Diablo se valió de una serpiente para engañar a Eva y hacer que desobedeciera a Jehová. Después, Adán la siguió (Génesis 3:1-6).


No había dudas sobre lo que el Creador haría con ellos dos. Ya había expuesto las consecuencias de la desobediencia al decir: “De todo árbol del jardín puedes comer hasta quedar satisfecho. Pero en cuanto al árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo, no debes comer de él, porque en el día que comas de él, positivamente morirás” (Génesis 2:16, 17). Había surgido una cuestión de trascendental importancia que exigía una respuesta.

---La humanidad se encara a una situación difícil---


El pecado original creó un problema muy grave para la humanidad. Al principio, Adán era perfecto; por tanto, sus descendientes podrían haber disfrutado de vida eterna en perfección. No obstante, pecó antes de engendrar hijos. El género humano en su totalidad aún estaba en sus lomos cuando recibió la sentencia: “Con el sudor de tu rostro comerás pan hasta que vuelvas al suelo, porque de él fuiste tomado. Porque polvo eres y a polvo volverás” (Génesis 3:19). De modo que cuando Adán pecó y empezó a morir como Dios dijo que ocurriría, se condenó a toda la humanidad a la muerte junto con él.


El apóstol Pablo escribió más tarde con acierto: “Por medio de un solo hombre [Adán] el pecado entró en el mundo, y la muerte mediante el pecado, y así la muerte se extendió a todos los hombres porque todos habían pecado” (Romanos 5:12). En efecto, a causa del pecado original, los hijos que se suponía que nacieran perfectos con la esperanza de vivir para siempre fueron procreados con la perspectiva de enfermar, envejecer y morir.


“Eso no es justo —podría objetar alguien—. Nosotros no escogimos desobedecer a Dios, fue Adán. ¿Por qué deberíamos perder la oportunidad de vivir para siempre en felicidad?” Si cierto padre robara un automóvil y, en vez de a él, un tribunal encarcelara a su hijo, este tendría razón para quejarse, y bien pudiera decir: “¡Esto no es justo! Yo no hice nada malo” (Deuteronomio 24:16).

---Adán legó el pecado y la muerte a la humanidad---


Al inducir a la primera pareja a pecar, puede que Satanás haya concluido que eso supondría un dilema para Dios. El Diablo atacó muy temprano en la historia del hombre, pues aún no había nacido ningún ser humano. En el momento en que pecó Adán, surgió una importante cuestión: ¿qué haría Jehová respecto a la prole que engendrarían Adán y Eva?


Jehová Dios obró con justicia. “¡Lejos sea del Dios verdadero el obrar inicuamente, y del Todopoderoso el obrar injustamente!”, exclamó el justo Elihú (Job 34:10). Y el profeta Moisés escribió lo siguiente respecto a Jehová: “La Roca, perfecta es su actividad, porque todos sus caminos son justicia. Dios de fidelidad, con quien no hay injusticia; justo y recto es él” (Deuteronomio 32:4). El modo como el Dios verdadero resolvió el problema que causó el pecado de Adán no nos priva de la oportunidad de vivir para siempre en una Tierra paradisíaca.

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Dios suministra la solución perfecta


Examinemos la solución que Dios proporcionó al dictar la sentencia contra Satanás el Diablo: “Pondré enemistad entre ti y la mujer [la organización celestial de Dios], y entre tu descendencia [el mundo bajo el dominio de Satanás] y la descendencia de ella [Jesucristo]. Él te magullará [a ti, Satanás] en la cabeza y tú le magullarás en el talón [la muerte de Jesús]” (Génesis 3:15). En esta primera profecía bíblica, Jehová aludió al propósito de que su Hijo celestial viniera a la Tierra y llegara a ser Jesús, un hombre perfecto que luego moriría —se le magullaría en el talón— sin pecado.


¿Por qué exigió Dios la muerte de un hombre perfecto? Pues bien, ¿cuál fue la pena que Jehová Dios impuso en caso de que Adán pecara? ¿No fue la muerte? (Génesis 2:16, 17.) “El salario que el pecado paga es muerte”, escribió el apóstol Pablo (Romanos 6:23). Adán pagó por su desobediencia con su propia muerte. Aunque se le dio la vida, escogió pecar, y murió como castigo por ello (Génesis 3:19). ¿Qué decir de la condenación que heredó el género humano a causa de ese pecado? Se requería una muerte para expiar sus pecados. Pero ¿quién podría dar su vida y, con justicia, cubrir las transgresiones de la humanidad?


La Ley de Dios para la antigua nación de Israel exigía “alma por alma [o vida por vida]” (Éxodo 21:23). Según este principio legal, la muerte que cubriera las transgresiones de la humanidad tendría que ser equivalente a lo que Adán había perdido. Solo la muerte de otro hombre perfecto podía pagar el salario del pecado. Y Jesús era ese hombre. En realidad, él fue un “rescate correspondiente” para la salvación de toda la humanidad redimible que había descendido de Adán (1 Timoteo 2:6; Romanos 5:16, 17).

---La muerte de Jesús es muy valiosa---


La muerte de Adán no tenía ningún valor, pues merecía morir por su pecado. No obstante, la de Jesús era muy valiosa porque murió sin pecado. Jehová Dios aceptaría el valor de su vida perfecta como rescate por los hijos obedientes del pecador Adán. Además, el mérito del sacrificio de Jesús no solo cubre nuestros pecados del pasado. De ser así, no tendríamos ningún futuro, pues, como fuimos concebidos en pecado, tarde o temprano volveríamos a errar (Salmo 51:5). Por eso, estamos muy agradecidos de que su muerte nos brinde la oportunidad de alcanzar la perfección que Jehová se propuso que tuviera la prole de Adán y Eva en el principio.


Adán puede asemejarse a un padre que murió y nos dejó una deuda tan grande (el pecado), que es imposible de saldar. Por otro lado, Jesús es como un padre bueno que murió legándonos una cuantiosa herencia, la cual no solo nos libra de la enorme deuda que nos transmitió Adán, sino que también nos da los medios para seguir viviendo eternamente. La muerte de Jesús, además de cancelarnos los pecados del pasado, constituye una maravillosa provisión para nuestro futuro.


Jesús salva porque murió por nosotros. ¡Y qué valiosa provisión es su muerte! Cuando la vemos como parte de la solución divina al complicado problema que causó el pecado de Adán, se fortalece nuestra fe en Jehová y en su modo de obrar. En efecto, la muerte de Jesús es un medio de salvar del pecado, la enfermedad, la vejez y hasta la muerte a “todo el que ejerce fe” en Él (Juan 3:16). ¿Estamos agradecidos a Dios por disponer amorosamente los medios necesarios para nuestra salvación?


Jehová suministró la solución perfecta.

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PASAJES QUE MUESTRAN QUE JESUS FUE HUMANO, HOMBRE.:

(Comentario de Boanerge)

Daniel 7:13 y 14: Seguí contemplando en las visiones de la noche, y, ¡pues vea!, con las nubes de los cielos sucedía que venía alguien como <<< un hijo del hombre; >>> y al Anciano de Días obtuvo acceso, y lo presentaron cerca, aun delante, de Aquel. 14 Y a él fueron dados gobernación y dignidad y reino, para que los pueblos, grupos nacionales y lenguajes todos le sirvieran aun a él. Su gobernación es una gobernación de duración indefinida que no pasará, y su reino uno que no será reducido a ruinas.

Mateo 10:23: Cuando los persigan en una ciudad, huyan a otra; porque en verdad les digo: De ninguna manera completarán el circuito de las ciudades de Israel hasta que llegue <<< el Hijo del hombre. >>>

Mateo 8:20: Pero Jesús le dijo: “Las ****** tienen cuevas, y las aves del cielo tienen donde posarse, pero <<< el Hijo del hombre >>> no tiene dónde recostar la cabeza”.

Mateo 12:40: Porque así como Jonás estuvo en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así <<< el Hijo del hombre >>> estará en el corazón de la tierra tres días y tres noches.

Mateo 17:22: Mientras estaban reunidos en Galilea, Jesús les dijo: <<< El Hijo del hombre >>> está destinado a ser traicionado en manos de los hombres [...]

Mateo 24:30: Y entonces aparecerá en el cielo la señal del <<< Hijo del hombre, >>> y entonces todas las tribus de la tierra se golpearán en lamento, y verán <<< al Hijo del hombre >>> viniendo sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria.

Juan 3:13: Además, ningún hombre ha ascendido al cielo sino el que descendió del cielo, <<< el Hijo del hombre. >>>

Lucas 17:26: Además, así como ocurrió en los días de Noé, así será también en los días del <<>>

Lucas 18:8: Les digo: Él hará que se les haga justicia rápidamente. Sin embargo, cuando llegue <<< el Hijo del hombre,>>> ¿verdaderamente hallará la fe sobre la tierra?”.

Apocalipsis 14:14: Y vi, y, ¡miren!, una nube blanca, y sobre la nube alguien sentado semejante <<< a un hijo del hombre >>> con una corona de oro sobre su cabeza y una hoz aguda en su mano.

Jesús no es un hombre en los cielos. Jesús tiene su cuerpo espiritual. Jesús es un ser sumamente poderoso.
Jesús es el Rey nombrado por Dios. Los Testigos de Jehová creemos y ejercemos fe en el sacrificio de Cristo. También creemos que Jesús es el Hijo de Dios como él mismo afirmó.

Sin embargo, al igual que Jesús... los Testigos de Jehová creemos que Jesús tiene un Dios.

Mateo 27:46: Cerca de la hora nona Jesús clamó con voz fuerte, y dijo: “É·li, É·li, ¿lá·ma sa·baj·thá·ni?”, esto es: “Dios mío, Dios mío,¿por qué me has desamparado?"

Juan 20:17: "Asciendo a mi Dios y Dios de ustedes"

Apocalipsis 3:12: [Jesús dijo:] "Lo haré columna en el Templo de mi Dios" [...]

Juan 14:28: Oyeron que les dije: Me voy y vengo [otra vez] a ustedes. Si me amaran, se regocijarían de que sigo mi camino al Padre, porque el Padre es mayor que yo.



Al igual que los apóstoles de Jesús... los Testigos de Jehová creemos que Jesús tiene un Dios:

2 Corintios 1:3: "Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de tiernas misericordias y el Dios de todo consuelo"

1 Pedro 1:3: "Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo" [...]

Efesios 1:3: "Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo" [...]



Como nos enseña la Biblia... Los Testigos de Jehová creemos que Jesús es un ser subordinado a su Dios y Padre:

1 Corintios 15:24-28: En seguida, el fin, cuando él entrega el reino a su Dios y Padre, cuando haya reducido a nada todo gobierno y toda autoridad y poder. 25 Porque él tiene que reinar hasta que [Dios] haya puesto a todos los enemigos debajo de sus pies. 26 Como el último enemigo, la muerte ha de ser reducida a nada. 27 Porque [Dios] “sujetó todas las cosas debajo de sus pies”. Mas cuando dice que ‘todas las cosas han sido sujetadas’, es evidente que esto es con la excepción de aquel que le sujetó todas las cosas. 28 Pero cuando todas las cosas le hayan sido sujetadas, entonces el Hijo mismo también se sujetará a Aquel que le sujetó todas las cosas, para que Dios sea todas las cosas para con todos.

1 Corintios 11:3: Pero quiero que sepan que la cabeza de todo varón es el Cristo; a su vez, la cabeza de la mujer es el varón; a su vez, la cabeza del Cristo es Dios.

Hebreos 1:3: Él es el reflejo de su gloria y la representación exacta de su mismo ser, y sostiene todas las cosas por la palabra de su poder; y después de haber hecho una purificación por nuestros pecados se sentó a la diestra de la Majestad en lugares encumbrados.

Filipenses 2:9: "Por esta misma razón, también, Dios lo ensalzó a un puesto superior y bondadosamente le dio el nombre que está por encima de todo nombre"

Mateo 20:23:Les dijo: “De cierto beberán mi copa, pero esto de sentarse a mi derecha y a mi izquierda no es cosa mía darlo, sino que pertenece a aquellos para quienes ha sido preparado por mi Padre”.

Mateo 24:36: "Respecto a aquel día y hora nadie sabe, ni los ángeles de los cielos, ni el Hijo, sino solo el Padre".

Hechos 2:36: Por lo tanto, sepa con certeza toda la casa de Israel que Dios lo hizo Señor y también Cristo, a este Jesús a quien ustedes fijaron en un madero”.




Por cierto... los Testigos de Jehová han indicado que la Biblia enseña que Cristo está en los cielos en su cuerpo espiritual. Mientras que otras religiones enseñan que está en un cuerpo humano glorificado.



¡Saludos!


Cuando quiera formar parte del único pueblo de Jehová Dios en la tierra... simplemente responda la puerta. Jehová Dios ha llenado de espíritu santo a su Pueblo para que éste lleve el mensaje de las Buenas Nuevas sobre toda la tierra habitada. Ustedes mismos han visto al Pueblo de Dios predicando... ¡Escúchenles!
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Otros pasajes similares: 

(1 Corintios 15:21-22) . . .Pues, dado que la muerte es mediante un hombre, la resurrección de los muertos también es mediante un hombre. 22 Porque así como en Adán todos están muriendo, así también en el Cristo todos serán vivificados.
21 Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. 


Valera

(1 Timoteo 2:5) 5 Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, un hombre, Cristo Jesús, 6 que se dio a sí mismo como rescate correspondiente por todos. . .
5 Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre,


Valera

(Romanos 5:15) . . .Mas no es con el don como fue con la ofensa. Porque si por la ofensa de un solo hombre muchos murieron, mucho más abundaron para los muchos la bondad inmerecida de Dios y su dádiva gratuita con la bondad inmerecida por el solo hombre, Jesucristo.
15 Pero el don no fue como la transgresión; porque si por la transgresión de aquel uno murieron los muchos, abundaron mucho más para los muchos la gracia y el don de Dios por la gracia de un hombre, Jesucristo. (VV Valera)
 

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