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martes, 26 de marzo de 2013

TEORIA DE LA EVOLUCION NO ESTA COMPROBADA

¿Está comprobada la evolución humana?

Sobre la evolución humana, en muchos libros de texto y enciclopedias, veremos una serie de dibujos que muestran una criatura simiesca encorvada seguida por otras de postura más erecta y cabeza más desarrollada hasta llegar al hombre moderno. Tales imágenes, e informes sensacionalistas sobre descubrimientos de los llamados eslabones perdidos, dan la impresión de que la evolución del hombre a partir de los simios está totalmente verificada. ¿Se apoyan estas afirmaciones en pruebas sólidas? Veamos lo que dicen investigadores evolucionistas:

¿NO HAY UNA PRUEBA FÓSIL?
▪ Hecho. A comienzos del siglo 20, los restos fósiles utilizados para apoyar la teoría de que el hombre y los simios evolucionaron de un antecesor común cabían en una mesa de billar. Desde entonces, el número ha aumentado. Ahora, llenarían un vagón de ferrocarril.38 No obstante, la inmensa mayoría consiste únicamente en huesos y dientes sueltos. Es raro ver cráneos enteros y, más aún, esqueletos completos.39

P. ¿Ha logrado el creciente número de fósiles atribuidos al “árbol familiar” del hombre resolver el debate entre los expertos sobre cuándo y cómo evolucionaron los humanos a partir de criaturas simiescas?

R. No, todo lo contrario. Robin Derricourt, de la Universidad de Nueva Gales del Sur (Australia), escribió en 2009 con respecto a la clasificación de estos fósiles: “Quizás sobre lo único que hay consenso ahora es que no hay consenso”.40 En 2007, la revista de divulgación científica Nature publicó un artículo por los descubridores de otro supuesto eslabón del árbol evolutivo y dijo que no se sabe nada sobre cuándo o cómo la línea humana se separó realmente de la de los simios.41 Gyula Gyenis, investigador del Departamento de Antropología Biológica de la Universidad Eötvös Loránd (Hungría), escribió en 2002: “La clasificación de los fósiles homínidos y su lugar en el curso de la evolución ha sido tema de debate constante”. También dijo que la prueba fósil reunida hasta ahora no nos acerca al conocimiento exacto de cuándo, dónde y cómo evolucionaron los humanos a partir de criaturas simiescas.42

DIBUJOS Y MODELOS DE HOMBRES-MONO EN LIBROS DE TEXTO

▪ Hecho. A los presuntos antepasados del hombre se los representa en los libros de texto y en los museos con rasgos definidos. Cuanto más antiguo es el ejemplar, más parecido a un mono lo hacen; y cuanto más cercano se supone que está del hombre, más humanos son sus facciones, su tono de piel y su pelo.

P. ¿Pueden los científicos reconstruir con exactitud tales rasgos basándose en los restos fosilizados que encuentran?

R. No. En 2003, el antropólogo forense Carl N. Stephan, quien trabaja para el Dep. de Ciencias Anatómicas de la Universidad de Adelaida (Australia), escribió: “No se pueden construir ni comprobar objetivamente los rostros de los primeros antepasados humanos”. Añadió que los intentos de hacerlo basándose en los simios modernos “son con toda probabilidad marcadamente sesgados, inexactos por demás y carentes de validez”. ¿Su conclusión? “Es muy probable que toda ‘reconstrucción’ facial de los primeros homínidos esté equivocada.”47
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¿Qué opina? ¿Por qué razón colocan los científicos los fósiles en la cadena “simio-hombre” según el tamaño del cerebro, sabiendo que este no es un indicador fiable de la inteligencia? ¿Estarán forzando las pruebas para que encajen en su teoría? ¿Y por qué debaten constantemente sobre qué fósiles deben incluirse en el “árbol familiar” del hombre? ¿Será que los fósiles que estudian son justo lo que parecen ser: formas extintas de simios?

¿Y qué decir de los fósiles semejantes a humanos llamados neandertales, que se presentan a menudo como prueba de que existió un tipo de hombre-mono? Los investigadores han comenzado a modificar su postura. En 2009, Milford H. Wolpoff escribió en la rev.'American Journal of Physical Anthropology' que los “neandertales quizás hayan sido una verdadera raza humana”.50

Los observadores honrados no tienen reparos en reconocer que el ego, el dinero y la necesidad de atención mediática influyen en la manera como se presentan las “pruebas” de la evolución humana. ¿Serán de confianza este tipo de pruebas?

▪ Tales imágenes se fundan en la interpretación sesgada y suposiciones de investigadores y artistas, no en los hechos.51
▪ La mayoría de estos dibujos se basan en fragmentos de cráneos y dientes sueltos. Los cráneos completos son raros, y más raros aún los esqueletos enteros.
▪ No existe acuerdo entre los especialistas respecto a la clasificación de los fósiles de las diversas criaturas.
▪ Los artistas no pueden reconstruir de manera fidedigna la fisonomía, el tono de piel y el pelo de las criaturas extintas.
▪ A las criaturas se las sitúa en la ruta evolutiva hasta el hombre moderno tomando como base el tamaño de la cavidad craneal, y esto a pesar de que las pruebas demuestran que el tamaño del cerebro no es un indicador fiable de la inteligencia.
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cont..
Nota: Ninguno de los investigadores aquí citados cree en la doctrina bíblica de la creación; todos se adhieren a la doctrina de la evolución.

El término “homínido” es empleado por los evolucionistas para designar a la familia humana y a las supuestas especies prehistóricas de apariencia humana.


"El origen de la vida. Cinco cuestiones dignas de análisis"
Pags 27-29
http://www.jw.org/download/?fileformat=PDF&output=html&pub=lf&langwritten=S&option=TRGCHlZRQVNYVrXF&txtCMSLang=S

F.:

EL ORIGEN DE LA VIDA. Folleto gratuito.
http://www.jw.org/es/publicaciones/libros/

39. Oxnard, Charles E.: Fossils, Teeth and Sex—New Perspectives on Human Evolution, 1987, prefacio, pp. xi, xii.
a. Johanson, Donald, y Blake Edgar:From Lucy to Language, 1996, p. 22.
b. Martı´nez, Laura M., Jordi Galbany y Alejandro Pérez-Peérez: “Palaeodemography and Dental Microwear of Homo Habilis From East Africa”, Anthropologie,vol. XLII, núm. 1 (2004) p. 53.
c. Gee, Henry: o. cit., p. 22.
40. Derricourt, Robin: “Patenting Hominins—Taxonomies, Fossils and Egos”, Critique of Anthropology, vol. 29, num. 2 (2009), pp. 195, 196, 198.
41. Suwa, Gen, Reiko T. Kono, Shigehiro Katoh, Berhane Asfaw y Yonas Beyene:
“A New Species of Great Ape From the Late Miocene Epoch in Ethiopia”,
Nature (23.8.2007), p. 921.
42. Gyenis, Gyula: “New Findings—New Problems in Classification of Hominids”, Acta Biologica Szegediensis, vol. 46, nums. 1-2 (2002), pp. 57, 59.
43. Bead, Chris: “A Fine Fossil—But a Missing Link She’s Not”, New Scientist (30.5.2009), p. 18.
44. Randerson, James: “Fossil Ida: Extraordinary Find Is ‘Missing Link’ in Human Evolution”, The Guardian (Londres) (19.5.2009), http://www.guardian.co.uk/science/2009/m… (consulta: 25.8.2009).
45. Bead, Chris: o. cit., pp. 18, 19.
46. Derricourt, Robin: o. cit., p. 202.
47. Stephan, C. N.: “Anthropological Facial ‘Reconstruction’—Recognizing the Fallacies, ‘Unembracing’ the Errors, and Realizing Method Limits”, en la sección “Forensic Anthropology”, Science and Justice, vol. 43, nu´ m. 4 (2003), p. 195.
48. Holloway, Ralph L., Douglas C. Broadfield y Michael S. Yuan: The Human Fossil Record—Volume Three, 2004, prefacio, p. xvi.
49. Dicke, Ursula, y Gerhard Roth: “Evolución de la inteligencia”, Mente y Cerebro, 35 (2008), pp. 16-18.
50. Wolpoff, Milford H.: American Journal of Physical Anthropology, “How Neandertals Inform Human Variation”, 2009, p. 91.
51. Clark, G. A., y C. M. Willermet (eds.): Conceptual Issues in Human Modern Origins Research, 1997, pp. 5, 60.a. Gould, Stephen J.: La vida maravillosa. Burgess Shale y la naturaleza de la historia (trad. Joandome` nec Ros), Editorial Crítica, 1991, p. 22.

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